Creemos que cada plato tiene su historia y ésta merece ser contada.

Creemos en dar valor real a lo que comemos y a todo el trabajo que hay detrás, creado por muchas manos, y a través del tiempo.

Creemos que todo lo que nos saca de nuestra zona de confort, una experiencia, un viaje, nutre. El entorno y su carácter, y por supuesto, cada persona con la que nos relacionamos, nos alimenta.

Creemos que existen nuevas formas de colaborar, de crecer juntos y de seguir cuidando la identidad regional, elevando a la gastronomía a un plano cultural.

Creemos en un mundo más amable, más consciente y más humano, y hemos encontrado la manera de acercarnos a él: expediciones gastronómicas inesperadas. Inmersiones diseñadas desde las raíces,  que miman el saber hacer de las regiones y su idiosincrasia a través de la comida, generando un impacto positivo local.